BEBER PARA VIVIR

Según las últimas teorías medico-científicas  respecto al buen estado del organismo, existe una relación considerable entre el grado de hidratación, el peso correcto y la esperanza de vida.

 Beber agua en la proporción debida es fundamental para lograrlo

 Porque todos los seres vivos estamos compuestos  nada más ni nada menos que por dos tercios de agua.

 Sabemos que la necesitamos cuando sentimos la  sensación de sed.

Entonces la saliva se torna espesa y las funciones digestivas no se cumplen como debieran.

 ¡Ha llegado el momento de reponer la que nos falta!…

¿Cómo hacerlo?

• Bebiendo por lo menos ocho vasos de agua al día (UNOS DOS LITROS).
• Comiendo muchas frutas, verduras y hortalizas frescas (contienen grandes cantidades de agua).
• Evitando dulces y harina porque son alimentos que consumen gran parte del agua interna del cuerpo.

El buen reparto

En cuanto a la forma mejor de ingerir el agua, es aconsejable tomar un 70% del total necesario, fuera de las comidas.

1. Al levantarse, antes de desayunar, unos 250 cm cúbicos, así como a lo largo de la mañana y antes del almuerzo.
2. A partir de las 19 a 20 horas, no aumentar los líquidos para evitar interrumpir el descanso nocturno por causa de las micciones.

Otros líquidos:

Se pueden incluir en la alimentación básica cualquier tipo de líquidos, pero el mayor volumen ha de ser de agua y si es posible, de aguas minerales.

Las hipo-sódicas producen una abundante diuresis al acumularse poco en el organismo.

Son las más aconsejables desde el punto de vista de un tratamiento de hidroterapia.

 Y no acaba ahí la cosa.

Existen además otras dos grandes ventajas derivadas de la ingesta adecuada de dos litros diarios:

-La prevención de las infecciones urinarias.

-La prevención de la formación de cálculos renales, e incluso de ciertos tumores en el aparato urinario.

 Prohibidos

Quedan completamente prohibidos los diuréticos salvo prescripción facultativa, porque pueden provocar una perdida de iones, como por ejemplo el potasio, por lo que han de ser controlados y supervisados por el especialista